Pequeño Glosario sobre Alterotopías

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Realizar una ontología es ante todo una práctica para establecer un lenguaje común. Permite establecer un quorum acerca de las ideas que manejamos y a las palabras que utilizamos. Y sobre todo, es una construcción colectiva y colaborativa de conocimiento. Aquí lo importante no es tener la razón sino construir el diagrama común (con las decisiones tomadas).

Como veis este mapa ontológico se conforma relacionando sujetos y verbos que, articulados forman líneas de sentido. Enunciados que explican alguno de los aspectos del concepto. Transitar por las posibles líneas de sentido es un juego evocador y constructivo. Aquí transcribimos algunas de ellas:

Líneas de sentido de la ontología

  • Otros que construyen espacios otros.
  • Otros que construyen microprácticas que cuestionan lo hegemónico.
  • Otros que yuxtaponen microprácticas que originan interdependencias.
  • Microprácticas que producen interdependencias en las que se sostienen los sujetos diversos que son desplazados por lo hegemónico.
  • Espacios Otros que posibilitan la convivencia
  • Conflicto que posibilita los espacios otros.
  • Convivencia que posibilita los espacios otros
  • Espacios Otros que posibilitan el conflicto
  • Espacios Otros que generan alternativas
  • Alternativas que a través del tiempo se transforman en espacios otros.
  • Alternativas que a través del tiempo se consolidan como alternativas.
  • Alternativas que a través del tiempo se transforman en lo hegemónico.
  • Planificación que construye Espacios Otros que posibilitan la improvisación / experimentación / exploración / imaginación que genera convivencia / conflicto.

 

Pequeño glosario sobre Alterotopías

Desde las frases, y de las conversaciones mantenidas a partir de ellas, destacamos ciertas nociones que, por su amplio significado, creemos importante explicar desde donde las estamos utilizando. Aquí os dejamos un pequeño glosario con algunos de los términos que entendemos pueden de clarificar desde donde abordamos ciertos conceptos que se recogen en la Ontología sobre “Alterotopías”:

  • Sujetos diversos 

Por «sujetos» nos referimos a entes sociales, agentes o pacientes, individuales o colectivos, que son actores de sus actos, para los que son capaces de activar relaciones y comprometerse en la producción de acontecimientos que afectan a su contexto histórico. Una condición política, que va más allá de la idea de «personas» (como seres dotados de razón, conscientes de sí mismos y poseedores de identidad propia) o «cuerpos» (como la estructura física y material del ser) y que trata de re-objetivar, ampliar o desbordar la hegemónica idea moderna de ciudadanía.

Por «diversos» nos referimos a sujetos diferentes, distintos entre sí, desde un punto de vista biológico, social, cultural o político, incluyendo la mayor variedad posible de entes afectados en un contexto histórico.

  • Espacios otros:

Son aquellos espacios que a pesar de estar conectados con todos los demás, los contradicen. Se trata de lugares diferentes que suponen una forma de contestación tanto real como discursiva del espacio donde vivimos. Espacios que pueden servir para entender lo que no se puede percibir a simple vista o conscientemente.

Los espacios otros se clasifican en dos tipologías: las utopías y las heterotopías. Las utopías son espacios irreales que idealizan una sociedad perfecta. Las heterotopías son lugares reales, contra-emplazamientos en los que los demás emplazamientos (también reales) están a la vez representados, contestados e invertidos.

Los espacios otros reales se (re)producen de forma muy diversa, no hay un espacio otro universal. Tiene asimismo, el poder de yuxtaponer en un solo lugar múltiples espacios, múltiples emplazamientos que a priori parecen incompatibles. El teatro permitiendo suceder sobre el rectángulo del escenario toda una serie de lugares que son extraños los unos a los otros, sería un ejemplo de ello.

En las sociedades contemporáneas, las cárceles, los hospitales psiquiátricos, las residencias de ancianos, o la apropiación comunitaria de un espacio público para actividades no previamente planificadas por la administración son también ejemplos de dichos espacios heterotópicos, es decir, los espacios otros reales. En definitiva son aquellos espacios donde están colocados los individuos cuyo comportamiento se desvía si lo comparamos con el normalizado o con la norma exigida.

  • Hegemonía (lo hegemónico):

Es la conservación de poder y la dominación que ejerce una clase social para la persuasión de otros minoritarios y/o sometidos, haciendo prevalecer sus propios valores, creencias e ideologías. Elementos que configuran y sostienen el sistema social y político, con el fin de alcanzar y perpetuar un estado de homogeneidad en el pensamiento y en la acción.

La hegemonía no solamente se da cuando la clase dominante es capaz de obligar a una clase social subordinada o minoritaria a satisfacer sus intereses, renunciando a su identidad y a su cultura colectiva; sino que también cuando dicha clase dominante ejerce un control total en las formas de relación, producción y reproducción del resto de la sociedad.

No tiene porqué tratarse de un proceso explícito, produciéndose en gran medida de manera sutil. La clase social subordinada o minoritaria abraza las concepciones de la clase dominante y las incorpora a su repertorio ideológico, es decir, a su sentido común.

  • Tiempo (temporabilidad):

Al igual que ocurre con cualquier elemento que nos rodea, e incluso si pensamos en nosotros mismos, el tiempo es un factor fundamental para comprender las alterotopias, su evolución, sus posibles transformaciones e incluso las inercias y dinámicas que se producen en las mismas. Es más, las mismas alterotopias, pueden ser contenedores de tiempo, tal como sucede con los museos o las bibliotecas en las que el tiempo no deja de acumularse a través de la concentración de objetos y producciones pertenecientes a diversos momentos de la historia.

Las alterotopias, como espacios otros construidos por otros, no se caracterizan por una duración determinada y concreta. Hay algunas que surgen y desaparecen en cuestión de minutos y otras que perduran en el tiempo. Este simple hecho influye definitivamente en el comportamiento que pueden mostrar en cuestiones como la intención de generar redes con otras experiencias o en los niveles de integración, interacción y autoconocimiento que los miembros de la comunidad pueden presentar. Es posible que con el paso del tiempo lo que inicialmente se originó como una alterotopia sucumba a las lógicas imperantes en ese constante proceso homogeneizador proveniente de las esferas de poder, pero también cabe la posibilidad de que sea capaz de mantener su carácter. En todo caso, son múltiples los factores que inciden en el devenir de una alterotopia y el propio transcurrir del tiempo es sin lugar a duda uno de ellos.

  • Planificación vs. Espontaneidad

La espontaneidad  nace de la casualidad, de la precipitación, de la necesidad, de la urgencia e impaciencia, del no poder esperar. La espontaneidad no tiene miedo ni vergüenza  y no piensa y repiensa las consecuencias de sus actos. La espontaneidad es acción y busca originar reacción. La espontaneidad remueve, enfrenta y cambia lo hegemónico. Es imaginación y es decisión. Es pequeña y se hace grande.  Sin embargo lo espontáneo no dura para siempre. Nace y desaparece (es efímero).  O se transforma y reinventa y sirve de inicio e impulso para planeamientos que se alargan en el tiempo y se asientan en el espacio. La planificación analiza lo hegemónico, lo descarta y busca alternativas.  La planificación necesita de tiempo para construir otros espacios y para desarrollar proyectos duraderos con objetivos concretos. No obstante lo planificado corre el peligro de acabar replicando aquello que rechaza y de ser absorbido y anulado por el sistema hegemónico. Por ello necesita de una especial atención y cuidado y readaptación a las necesidades del espacio y el momento.

Planifico, luego soy espontáneo.

  • Convivencia

Vivir-con. Acto de convivir. Vivir en compañía de otro o de otros. Soja (2000) ha acuñado un término nuevo, sinecismo, para identificar el estímulo que hace posible el desarrollo y que es propio de la aglomeración urbana y que con anterioridad, Jane Jacobs (1969), denominó  “chispa (spark) de la vida económica de las ciudades”.  La aglomeración no es propiamente una “convivencia” pero, desde un punto de vista urbano, es una condición necesaria de ella. En todo caso, la idea de fondo es resaltar ese hecho como valedor del “mercado” cerrando así la cuadratura de la ciudad (urbs, cívitas, polis, mercado). Pero existe otro sentido del vivir-juntos y con-vivir que expresaría, en la historia de la ciudad, una idea más comunitaria, más cooperativa (Sennett 2012). Una perspectiva que hace hincapié en el valor de la cooperación y, en la práctica del compromiso, como valores imprescindibles en la búsqueda de la “comunidad urbana” o de la ciudad humana.

  • Individual

Perteneciente al individuo, particular, propio, que no puede ser dividido. Ente singular. La personalidad individual acaparó el interés de Simmel (1903) en su visión psicosociológica de las grandes ciudades al describir los efectos negativos de las ciudades en la fragmentación de la personalidad y la importancia del anonimato como garantía de la libertad individual en contraposición al control social de los pequeños núcleos rurales. Mitscherlich (1965) y Sennett (1970), aunque con distintos puntos de vista, profundizaron en la primacía de los mecanismos psicológicos a la hora de analizar las disfunciones de la personalidad provocadas por las formas urbanas. No sería, pues la ciudad la causante de los desajustes psicológicos de las personas sino determinadas formas urbanas o determinados procesos o formas de vida urbana. Esas formas, procesos o formas de vida que fomentarían el germen del –ismo, es decir del individualismo como aislamiento voluntario frente a los estímulos colectivos de la ciudad. En definitiva, un extrañamiento de la cívitas, de la vida colectiva para hacer posible una ciudad humana.

  • Colectivo(s)

Si lo definimos como adjetivo es aquello tiene la cualidad de pertenecer a un grupo de personas o comunidad. En el ámbito de la ciudad, nos lleva al el espacio público, compartido y vivido. Si lo vemos como sustantivo singular es el grupo de personas con intereses o problemas comunes. No es la simple unión, agregación de personas, el colectivo se caracteriza por  la unidad de objetivos socialmente significativos y la unidad de la actividad, con una estructura y relaciones específicas. Si hablamos de colectivos y lo situamos en un contexto específico nos sugiere diversos grupos que puedan estar significados con una causa común y que la defienden desde sus posiciones.

  • Otro

De latín alter, “otro”, “el otro”. Persona distinta al yo. Los “otros” son los no-yo. A veces, los extraños.  Pensar y, sobre todo, acercarnos al otro ha sido un problema filosófico y, más si cabe, un problema de relación con el “prójimo”. En la ciudad el otro es, en general, el anónimo. Con frecuencia, próximo físicamente pero lejano socialmente. Hablamos de los “mundos urbanos” en el sentido de que nos pertenecemos a mundos distantes. Las “ciudades duales”, “cuarteadas”, “fragmentadas”, “fortificadas”, etc. son la expresión de esas “otredades” ajenas, con frecuencia excluidas o marginadas de la vida social. El extremo de la marginación espacial es el gueto. En la creación de ciudades humanizantes, la cívitas sería el resultado de un “otros” ampliado, la urbs un gran espacio público y la polis la precondición de la igualdad de todos ante la ley, la posibilidad de convivir democráticamente como personas libres e interactivas.

  • Inprovisación

La primera definición nos lleva a la realización de una cosa que no estaba prevista o preparada. Resulta interesante cómo la mayor parte de las referencias de improvisación sitúan este concepto en el ámbito del Arte, dándole un valor positivo y especial a la capacidad de crear algo sin haberlo planeado con anterioridad. La improvisación en el jazz es invención de lo irrepetible, sólo alcanzable a los virtuosos o a los genios. Pero, ¿la improvisación en… la ciudad?, no, en este caso, no suena la misma música. Aquí, la improvisación deviene en una característica negativa vinculada a la falta de reflexión, a la búsqueda de soluciones carentes de solidez, algo improvisado es algo que ha sido hecho sin estudio y preparación. Deberíamos de ser capaces de llevar a la ciudad esa improvisación del jazz, es capacidad que desde el dominio de la técnica permitiera construir ciudades creativas, imaginativas…irrepetibles.

  • Imaginación

Es la facultad de soñar pero también la habilidad, inherente al ser humano, de crear nuevas ideas e inventar nuevos proyectos. La capacidad para representar, mentalmente sucesos, historias o imágenes de cosas que no existen en la realidad o que son o fueron reales pero no están presentes. Podemos imaginar cosas reales, como la distribución de nuestra casa, pero también ideales como modelos alternativos de organización social actualmente inexistentes.

La imaginación es un proceso abstracto, que no necesita de un objeto presente en la realidad, sino que tomando elementos antes percibidos y experimentados, los transforma en nuevos estímulos y realidades. De hecho, la imaginación está en la base de lo que entendemos por progreso de la humanidad, ya que sin la capacidad de invención tanto individual como colectiva, ningún bien social que nos rodea podría existir. Lo verdaderamente revolucionario es que podemos imaginar e inventar sin ningún límite, siendo el arte una clara representación de ello. Es tal la fuerza de la imaginación que influye, asimismo, en las emociones vividas en cada momento, desde la tristeza hasta la alegría.

  • Exploración

En el Diccionario de la RAE este término se define como acción y efecto  de explorar, reconocer, inquirir o averiguar con diligencia una cosa o lugar. Más específicamente, una exploración se refiere a una recorrido  con el objetivo de reconocer un país, una ciudad o un lugar desconocido o no suficientemente conocido. A veces paseamos, como turistas o como habitantes, por las ciudades o por nuestra ciudad pero sin tomar conciencia de lo que vemos. Explorar implica investigar, ver y conocer. Y, en cierta medida, experimentar. La exploración es un ejercicio de tanteo, de sondeo con un fin posterior. Robert D. Kaplan, al igual que otros viajeros famosos, ha explorado en nuestra época posmoderna, diversas geografías “calientes” del mundo y su propio país, EE.UU. Una mirada sociológica del espacio, de la gente que lo ocupa, de sus relaciones y conflictos. Una mirada exploratoria de la geografía humana que nos enseña no sólo a mirar sino también a ver, más allá de las percepciones turísticas de las ciudades.

  • Alternativas

En el marco de las alterotopías, entendemos por alternativas el amplio y diverso rango de prácticas y procesos que se desmarcan de las lógicas y formas de hacer  imperantes. Aquellas experiencias colectivamente estructuradas que son capaces de mostrar nuevas formas de responder a las necesidades sociales tanto productivas como reproductivas.

Son grietas al sistema que, desde la heterogeneidad, revelan la factibilidad otro orden social, es decir, aquellas que cuestionan los tres pilares que según Riccardo Petrella se han apuntalado desde la implantación del capitalismo, 1) la fe en la tecnología que, a través de incesantes y revolucionarias innovaciones, daría respuesta a todo tipo de problemáticas a las que se enfrenta(rá) el ser humano, 2) la confianza en el capitalismo y su mutabilidad, que mercantilizando la propia vida a escala global, nos llevaría a una sociedad del conocimiento menos dependiente de recursos naturales y propiciaría el perpetuo crecimiento económico demandado por el sistema, y 3)  la creencia colectiva de que no existen alternativas al sistema actual.

En definitiva, se trata de nuevas instituciones y micropoderes que de manera descentralizada y heterogénea abren nuevas vías normativas y aplicadas que contraponen la narración dominante y los modelos comúnmente aceptados, mostrando al mismo tiempo que otro mundo es posible.

  • Conflicto

El conflicto es un proceso social que, en la innegable dimensión relacional del ser humano, se produce cuando hay divergencias entre los miembros de una comunidad. Se trata de una construcción social, una creación humana, una de las muchas expresiones de la diferencia. La existencia de intereses contrapuestos es un elemento inherente a toda sociedad, no existe comunidad sin conflicto.

De hecho, no es algo necesariamente negativo, todo lo contrario, es fundamental para la maduración y consolidación de todo proyecto colectivamente generado. El conflicto permite la construcción, la mejora y perfeccionamiento de las instituciones destinadas a organizar y estructurar un sistema.

Sin embargo, el conflicto recorre un amplio espectro de situaciones, desde aquellas simples que no generan, en un principio, consecuencias dolorosas para los afectados, hasta las que son complejas, peligrosas e incluso violentas. De hecho, un alto nivel de conflictividad, ya sea en el ámbito interno de la práctica como en la interacción con elementos externos a la misma, puede hacer peligrar su existencia, llegando incluso a hacerla desaparecer.

El conflicto es algo que debe ser reconocido y gestionado, para que en última instancia genere efectos netos positivos para la comunidad o micropráctica. El conflicto adecuadamente gestionado cumple, en realidad, una función social. Resulta, en este sentido, fundamental la aplicación de fórmulas de participación democráticas que, en la resolución de los conflictos, desemboquen en amplios consensos  y limiten la coacción.

  • Experimentación

Según la Real Academia Española, la experimentación es  la prueba y exanimación práctica de la virtud y propiedades de algo y también, el notar, echar de ver en uno mismo una cosa, una impresión, un sentimiento. Ambas acepciones son oportunas.

Las alterotopías, más allá de la reflexión, requieren de la acción. No se circunscriben a la dimensión normativa, sino que son de hecho, prácticas. Espacios en los que, haciendo, a la vez que aprenden en el proceso, sus miembros van construyendo experiencias e instituciones alternativas a lo establecido. Se trata de una dinámica que se produce en paralelo; la propia acción propicia la comprensión e interiorización de formas alternativas de relacionarse y construir comunidades.

Asimismo, la configuración de estas alternativas facilita la toma de conciencia de que, frente a la narración capitalista imperante, otros mundos son posibles. La experimentación como uno de los elementos centrales de las alterotopías, contribuye al agrietamiento de nuestras convicciones y creencias sobre los más óptimos sistemas para la construcción y desarrollo de las sociedades actuales y futuras, mostrando que hay una infinidad de formas de organización  social.

  • Interdependencia(s)

Todos  y todas dependemos de otras personas para sobrevivir y desarrollarnos.  Nuestro día a día depende de los y las demás. En plural nos referimos a una red de dependencias recíprocas entendidas de manera positiva pues a mayor interdependencia mayor cooperación en el esfuerzo común. En definitiva, es la dinámica de ser mutuamente responsables.  Las interdependencias son necesarias para construir espacios con otros.

  • Micropráctica(s)

Una práctica (social) es el modo recurrente de realizar una cierta actividad, compartido por todos los y las integrantes de una sociedad. La dimensión micro nos sitúa en un escenario referido a una experiencia de un grupo dentro de la sociedad. Microprácticas se refiere entonces a las prácticas intersubjetivas orientadas por objetivos consensuados y que cobran sentido en el espacio compartido con otros.