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Relatos sobre el taller de propuestas de urbanbat 2015

 

MESA 1: CONVIVENCIA, DIVERSIDAD Y DINÁMICAS VICIADAS

Por Mª Camila Aldana Carrillo. Estudiante de 4º de Sociología en la UPV/EHU

Convivencia, diversidad y dinámicas viciadas. Mi primera impresión al escuchar el tema de esta mesa fue ¡hostia! ¿Dinámicas viciadas, eh? Suena interesante. Motivo principal por el cual elegí ser la relatora de la mesa1. Entonces, al iniciar la sesión y muy atenta a escuchar cualquier cosa que me diera pistas sobre aquellas dinámicas viciadas, se presentó la persona que convocaba la mesa de trabajo. Era Txelu, representante de Sarean Kultura Elkartea situado en la Plaza Corazón de María. Txelu planteaba cómo un proyecto sociocultural barrial puede ganarse la legitimidad y el respeto de las vecinas para impulsar una convivencia armoniosa y un uso inclusivo y diverso del espacio público donde actúa. Esta pregunta surge debido a que, aunque la plaza haya sido re-urbanizada recientemente, esta nueva organización del espacio, no ha logrado integrar “la vida y usos de todas las vecinas y usuarias del barrio”.

Para trabajar en torno a estas cuestiones y buscar propuestas que dieran solución al reto planteado, asistió a la mesa el colectivo visitante invitado por la organización: Doina Petrescu y Constantin Petcou del Taller de Arquitectura Autogestionada (Atelier D’ Architecture Autogérée) (aaa) de París. Además participaron Bea, propietaria de un taller situado en la Plaza; Kotska, gestor de hostelería de Sarean; Helena, como representante del ayuntamiento en el ámbito de servicios de intervención socio-educativa en el barrio de San Francisco y Thais y Hugo arquitectos que acudían a la mesa interesados por el tema.

En cuanto al diagnóstico de la realidad urbana de la Plaza Corazón de María, las invitadas del barrio, esbozaron de forma general sus características. Entonces es cuando nos encontramos con que en la propia planificación del barrio, existen barreras físicas tales como las vías del tren o la ría. Además, San Francisco es mayoritariamente receptor de población inmigrante, por lo que las personas que allí habitan son de diversos orígenes (magrebí, pakistaní, subsahariano, latinoamericano, etc). En este sentido, las invitadas cercanas al barrio veían como principal problema la concepción que pueden llegar a tener la gran mayoría de las vecinas de San Francisco. Concebirlo como un “barrio de paso” teniendo en cuenta todo lo que ello conlleva. Por otro lado, también existía cierta percepción de que las intervenciones llevadas a cabo por el ayuntamiento nunca terminaban por construir nada o que sus actuaciones iban a destiempo con la vida del barrio. También que la gran cantidad de asociaciones que trabajan allí no confluían en proyectos comunes debido a que no había un diálogo entre ellas.

Por último, parecía ser que había un tema concreto que inquietaba a las vecinas: existe un grupo concreto de personas que había hecho suya la plaza por una parte prolongada del día. Situación que ocasionaba que la mayoría de habitantes del barrio fueran desplazadas de la misma, debido a la manera en la que dicho grupo había intentado “tomar” la plaza. Este parecía ser el centro del debate. Ahí tiene su origen lo que se denominó “convivencia, diversidad y dinámicas viciadas”. Está claro que al plantear el tema de esta forma, a San Francisco, al ser un barrio multicultural le faltaba dar el paso a la interculturalidad. La expresión “dinámicas viciadas” evocaba a todas aquellas actuaciones a las cuáles solemos acudir (viciadas) cuando la convivencia nos resulta difícil; aunque luego, estas dinámicas de fondo, no resuelvan del todo asunto (ejemplo de ello puede ser el hecho de llamar a la policía, pedir que lo resuelva el ayuntamiento, etc.). A raíz de esto surgía una gran pregunta ¿Cómo desde Sarean se puede ganar la confianza de las vecinas, para poder llevar a cabo otro tipo de dinámicas?

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Una vez determinado el diagnóstico de la situación de San Francisco, se dio paso a algunas propuestas concretas que dieran solución a dichos planteamientos. Todas ellas terminaron por considerarse importantes para ser incluidas dentro de las actuaciones que debería llevar a cabo tanto Sarean como otras posibles asociaciones. Intentaremos resumirlas a partir de la última pregunta planteada ¿Cómo ganarse la confianza de las vecinas? Para ello, lo primero que se señaló es que como cualquier tipo de relación o situación vital, es imprescindible tener en cuenta que se necesita de tiempo. Cualquier tipo de dinámica que se quisiera llevar a cabo o de relación que quiera establecerse y mantenerse, tenía que realizarse de manera constante y a lo largo del tiempo.

A partir de lo anterior se trabajaron ideas como las de la necesidad de convertir lo negativo que se percibía del barrio en positivo, activando el sentimiento de pertenencia del barrio. En este sentido cobra gran importancia la comunicación que se dé tanto hacia dentro del barrio (entre vecinas) como hacia afuera del mismo (a toda la ciudad). Rescatando así la comunicación, tanto entre asociaciones que posibiliten la puesta en marcha de acciones comunes, pudiendo llegar de esta manera a más vecinas; como entre vecinas (“autóctonas”, extranjeras, mujeres, niños, niñas, personas de la tercera edad, jóvenes..). Por otro lado, con la comunicación hacia afuera se busca que se perciba al barrio de otra manera, destacando las cosas positivas del mismo; garantizando ambas líneas de comunicación, podría “reactivarse” el barrio desde otros sentidos desde los que se ha venido conociendo al mismo.

Como la acción comunicativa hacia afuera no puede darse sin la acción comunicativa hacia adentro, necesitamos de acciones concretas mediante las cuales se gane la confianza de las vecinas y que ellas mismas sientan el barrio como suyo. Dinámicas como potenciar desde el ámbito económico un aspecto por el que San Francisco fuera reconocido (por ejemplo, que un día de la semana los precios en los comercios sean un poco más bajos), o hacer uso de estilos musicales concretos (p.e el flamenco) como espacios de integración. Este último enmarcado, por ejemplo, en otra serie de eventos como el de “Arroces del mundo”, donde cada cual muestre a los demás algo de su cultura, y que la localización de éstos se realicen en diferentes partes del barrio.