About This Project
Invisibles
Según Peter Greenaway “Tener ojos no significa que puedas ver”. Tampoco nos enseñan a reconocer lo que aparentemente no es visible en la ciudad y donde reside su riqueza y vulnerabilidad. Cuando la recorremos como visitantes miramos lo que nos dicen que miremos: de la página de la guía a la realidad recomendada. Y en nuestra propia ciudad somos aún más ciegos. Teniendo la capacidad de ver, nos cuesta reconocer lo que se encuentra bajo las postales/imágenes que nos ofrecen las diferentes partes de la ciudad. Incluso en ocasiones preferimos apartar la mirada de los lugares que se encuentran fuera nuestros espacios de confort. Rara vez nos atrevemos a mirar en otras direcciones, hacia los espacios pequeños, los márgenes, las periferias y los barrios. Hacia los espacios construidos ocultos y sus arquitecturas invisibles que vertebran la ciudad invisible. H acia los territorios que ocupan, los mas vulnerables en la ciudad…..
Esta edición de BAT 2014 echamos la mirada sobre la invisibilidad en las ciudades. No tanto sobre las ciudades de ensueño o ciudades imposibles que relataba Italo Calvino, sino sobre una realidad que existe pero que pasa desapercibida, no se reconoce o no se ha reivindicado aún como parte sustancial del rico y complejo ecosistema urbano. Esos lugares ocultos, desconocidos, fuera del alcance de los focos.
Miraremos hacia la ciudad oculta y diversa como un conjunto de historias y memorias escritas en las esquinas de las calles, como una nueva geografía construida con diferentes narrativas en el espacio y en el tiempo. Hacia los artistas que trabajan modificando el paisaje urbano, tratando de dejar una huella invisible que construya otra ciudad. Hacia las comunidades que se organizan para demandar visibilidad para sus barrios y buscar soluciones a problemas sociales y urbanos. Hacia los arquitectos, urbanistas y personas que trabajan desde y con lo que no se vé. Activistas de todo tipo tratando de visibililizar y descomponer esas nuevas fronteras aparentemente imperceptibles, que se van desplazando silenciosamente, generando procesos de exclusión cada vez más extendidos. También hacia aquellos que eligen seguir siendo invisibles y desarrollan otras formas de habitar espacios en los que poder practicar su autonomía y expresar su diferencia en la ciudad.
Iniciamos esta andadura con enorme gratitud a todas aquellas personas que nos han animado a girar la cabeza para mirar a otros lados. Al grupo de trabajo de la ciudad invisible del taller de Tweets and Walks de la edición anterior de BAT. Y especialmente a Marta Villota, que iluminó con su visión poética las cárcavas y rincones ocultos de nuestra ciudad, despertando en nosotros el deseo de seguir buscando la capa subterránea que se esconde bajo lo más brillante de la ciudad. También a los artistas que nos acompañan en algunas de nuestras caminatas a pie de calle. Con ellos creemos haber intensificado y modificado nuestras capacidades perceptivas. Ellos nos han ayudado a descubrir y visibilizar algunas de las zonas más invisibles de la ciudad. Puede que porque sean de los pocos, como nos recuerda Francesco Careri en su libro “El andar como práctica estética”, que no hayan olvidado que en todas las épocas andar ha producido arquitectura y paisaje, y que siendo sensibles cuando observamos podremos descubrir lo invisible, un lugar desde el que tal vez seamos capaces de construir algo mejor; algo nuevo y diferente.
Más allá de esos parciales e inconclusos puntos de partida que llevan tiempo llamando nuestra atención comenzamos este nuevo itinerario renunciando de forma consciente y voluntaria a un marco claro, cerrado y predefinido. Preferimos, en esta ocasión, optar por la ausencia de cualquier elemento que limite la mirada, de modo que el camino que recorramos sea incierto y emocionante, una exploración a la deriva en la que vayamos dibujando el mapa de lo que vayamos descubriendo.